martes, 1 de septiembre de 2015

Los zooris del aikidoka: Pineda de Mar

Antes de comenzar con el relato de mis vacaciones permitidme enviar mis más sincera felicitación a Sensei Bravo y Alexandra por su reciente boda el pasado 15 de Agosto; desde aquí les deseo toda la felicidad del mundo en su nueva vida y por supuesto mucho #aikido en común durante largos años.

Finalmente el destino elegido para nuestras vacaciones fue Pineda de Mar, una pequeña localidad de la provincia de Barcelona en la Costa del Maresme. El viaje es bastante cómodo y aburrido, por autopistas en todo momento, y se llega en unas cinco horas aproximadamente desde Pamplona, siempre y cuando no te pille el típico atasco por la zona de Barcelona ciudad xD.

No os voy a engañar, es un lugar muy tranquilo con pocas cosas para ver o hacer, pero si como era nuestro caso buscas desconectar de todo pues puede llegar a ser un buen destino. Además con el servicio de cercanías de tren te puedes mover facilmente y visitar otros lugares si tienes ganas de hacer un poco de turismo activo.

De este total relax nos salimos en tres ocasiones; la primera de ellas fue por la visita de Sensei Traver y Anabel, con quienes tuvimos la oportunidad de disfrutar de una estupenda comida en Celler la Trinca, un pequeño restaurante en Canet de Mar que en tiempos perteneció a un grupo de espectáculos del mismo nombre. Por la tarde desplegamos las toallas en la playa y disfrutamos del mar, la arena y una más que interesante charla donde el tiempo se nos pasó volando.

Otra de las jornadas nos fuimos a pasar el día a Barcelona, visita obligada siempre que andamos por la costa catalana, en donde además de visitar los lugares que más nos gustan como el barrio gótico, la carrer dels Tallers o el Bosc de les Fades, nos permitimos perdernos por las librerías especializadas y tiendas de rol situadas cerca del Arco del Triunfo de la ciudad condal.

La última, pero por ello no menos importante, fue la visita de Adrià quien se encuentra durante el verano trabajando en su farmacia de Barcelona antes de volver nuevamente a París hasta fin de año. Ese día llovió en la Pineda como si no hubiera mañana, así que nos dedicamos a disfrutar de su compañía con actividades indoor como algún juego de mesa y cartas. Como siempre fue un placer dejarse contagiar por la sonrisa y energía que desprende a cada momento.

Y poco más que comentar la verdad, lo único recomendaros encarecidamente la playa de la Pineda de Mar, no está para nada masificada y tienes mucho sitio vital a cualquier hora del día, se ve que el tipo de arena no gusta mucho al turismo al ser tipo gravilla, lo cual para mi es una ventaja y punto a favor de este tipo de playas.

Para terminar os dejo algunas fotos de mis vacaciones y un pequeño vídeo turístico sobre la localidad costera en cuestión por si queréis haceros una mejor idea de cómo es este tranquilo lugar de vacaciones.

























4 comentarios:

  1. Buenos días Guillermo

    Muchas gracias por compartir este relato sobre tus tranquilas vacaciones visitando amigos, tiempo muy bien empleado. Si parece que Pineda del Mar tiene su encanto,
    un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me hubiera gustado visitarte este verano Carina, pero no ha podido ser, lo intentaremos de nuevo el año que viene a ver si cuadra mejor todo.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Muchas gracias, Guillermo, por compartir las imágenes, tu relato del viaje y el video de este lugar que me parece encantador.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a tí Ricardo por leer el post y comentar, me alegra que te haya gustado.

      Un abrazo.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...