lunes, 26 de febrero de 2018

Una estrella fugaz llamada Jose, por Sensei Urricelqui


Jose ha sido una estrella fugaz que ha deslumbrado a todos los que hemos tenido el privilegio de conocerle. Se ha ido, pero deja en nosotros una estela imborrable, cuyo brillo revive a cada momento que pensamos en él. Y lo hacemos en cada técnica, en cada detalle, y nos hace mejorar a cada momento. Porque la energía con la que Jose estaba en el dojo era contagiosa e inspiradora. Te hacía buscar ser mejor a cada segundo, esforzarte y seguir hacia adelante. Iluminaba el dojo con su sonrisa, su energía y su juventud.

Cuando alguien así entra en tu vida es difícil asumir que se ha ido pero, de algún modo, permanece con nosotros a través de nuestro cariño y recuerdo, y también a través de nuestro trabajo en el dojo, donde tanto disfrutó y tan buenos momentos vivimos junto a él.

Para los que nos dedicamos a la enseñanza, es muy gratificante ver entusiasmo e ilusión en los alumnos, y Jose en esto era radiante. Le desbordaban las ganas de practicar aikido. Era, como ha acertado alguien a describirle, un gran torbellino de ilusión por esta disciplina. Además, tenía la capacidad de hacerte olvidar al instante ese mal día que habías tenido con cosas de adultos y te ayudaba a disfrutar de verdad con el aikido.

Recuerdo cuando les conocí a él y a su hermana en el dojo de Sensei Ballesteros, en Mendillorri. ¡Qué gran trabajo has hecho y haces, Chema! Recuerdo cuando volví a verles en su primer examen de grado. Recuerdo cuando visitaron el dojo de Maristas por primera vez, junto con sus compañeros y padres, y la clase se iluminó con aquella vitalidad y alegría. En ese momento, además, conocí a Feli y Germán, que ya son parte de mí, que se entregaron desde el primer instante a esta pasión de sus hijos y que nos acompañan con su cercanía y cariño.

Y a partir de ahí, ya en el dojo de Sarriguren, entrenamiento y más entrenamiento, conexión, kimusubi. Jose me ha hecho disfrutar como nunca del aikido, en clase, en entrenamientos conjuntos, en exhibiciones, a las que nunca faltaba. Siempre estaba ahí, el primero, como su hermana. Y a través de esto, la gente del aikido fue conociéndole. Era fácil. ¿Quién es ese chico que brilla tanto? Todos le buscaban para entrenar, y todos quedaban encantados y con un magnífico recuerdo.

Y él mismo también, puesto que luego me preguntaba por éste y por aquél compañero con el que había compartido una técnica, un instante, y les hablaba de ellos a sus padres y así, sin saberlo, hacía más grande a la familia del aikido.

El grupo de Maristas está con él. Todos le querían y le quieren, y conectó con cada uno de ellos, de nosotros, a través del aikido y de sus otras aficiones, la música, los dibujos, los videojuegos, compartiendo tiempo, tomando algo después de entrenar, en comidas y en cenas. Porque Jose, siempre estaba ahí. Sigue ahí.

Qué más decir…

Afortunadamente nos queda el tesoro de Raquel, su hermana, otra gran aikidoka, valiente, guerrera, que nos alegra en cada entrenamiento con su ejemplo y su preciosa y luminosa sonrisa. Que, igualmente, siempre está ahí. Tiene el mismo brillo y la misma energía que su hermano. Cuando la veo, Jose revive. Estos días, Raquel, los afectos hacia ti son muchos, porque te lo mereces, porque te queremos por ser quien eres y por ser como eres.

El vacío que deja Jose es grande, pero lo llena cada recuerdo que tenemos de él. Estará feliz en alguna parte, en forma de energía, y lo sentiremos siempre en el dojo, con nosotros, como un uke generoso, como un tori formidable, incansable, como un gran aikidoka. Como dejó expresado tu senpai, qué fácil fue ser amigo tuyo.

Jose, seguiremos viéndonos en el dojo.

 







5 comentarios:

  1. Cuentan que cuando en el laboratorio de Edison encendieron la primera bombilla su luz les dejó perplejos y sus inventores se quedaron viéndola 3 días enteros sin descanso. Les pareció una de las cosas más maravillosas que jamás vieron… Con Jose me he sentido como si hubiera podido estar por un corto espacio de tiempo en aquel laboratorio viendo la primera bombilla de incandescencia. Pocas veces vemos luces así. Dicen que cuando una luz se apaga otra se enciende. Seguiré mirando para descubrir más luces…
    LuisFer.

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  2. Muchas gracias Sensei Urricelqui por compartir tu sentir y tus emocionantes palabras para Jose en esta pequeña bitácora. Te prometo que el recuerdo de nuestro joven amigo nunca se borrará de la memoria de este blog, de su editor y de la de sus lectores.

    Un abrazo.

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  3. Preciosa carta Iñaki, gracias por compartirla con todos.
    Jose seguirá en el recuerdo de todos pero ahora como dijo Mercury "the show must go on", debemos seguir adelante, progresando poco a poco en la vida en general y en el aikido en particular. Intentando entrenar como hacía Jose, con humildad, entusiasmo y generosidad.

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  4. Bello homenaje, muchas gracias Sensei, por compartir con nosotros. Abrazo a todos.

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  5. Una perfecta descripción de lo que inspiraba Jose!..los pequeños Aikidokas que tuvieron la oportunidad de conocerle y compartir el Dojo con él tienen un grato recuerdo y una gran inspiración para mejorar cada dia. Deja un vacío iremplazable...mis respetos y admiracion a sus padres y Raquel que con resignación , fuerza y fortaleza están continuando con este hermoso camino que es la vida y el Aikido...

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